Los principios generales de sostenibilidad y equilibrio ambiental son reivindicados desde numerosas disciplinas y también deben serlo desde la ingeniería y en forma especial desde la construcción.
 Son muchos los factores que intervienen para que una vivienda o construcción en general sea más o menos saludable y provoque mayor o menor impacto ambiental:
 El lugar de emplazamiento, la orientación, la ventilación, las instalaciones eléctricas, las aguas servidas, los materiales y la calidad de los mismos.
 El plomo es un material de uso común y extendido en la construcción.
 Sus diversas propiedades: durabilidad, densidad y maleabilidad lo hacen conveniente para una gran aplicabilidad en esta industria.
 Pero no hay dudas que el plomo es tóxico si se lo respira o ingiere. El plomo es un metal, cuyos principales efectos tóxicos son conocidos desde hace más de 2.000 años y hoy se sabe con certeza que es peligroso para la salud de los humanos si se inhala o ingiere
. Generalizado en la construcción, se lo utiliza en cubiertas, en instalaciones eléctricas, en cañerías, soldaduras, como aditivo para pinturas y barnices, etc. También es usado para protección de rayos X y de radioactividad.